martes, 24 de noviembre de 2015

La Navidad de París

La Navidad de París

Tengo que reconocer que a París la Navidad le sienta fenomenal. Una capa de color, música y algarabía alegre maquilla la sobriedad y señorío de fachadas y aceras de la capital francesa. Es como si se dibujara una sonrisa que hiciera de puente entre las orillas del Sena y la Torre Eiffel se erigiera en ocasional abeto navideño para los parisinos y los muchos turistas que se reúnen junto a ella. La ciudad agranda tres tallas su chaqueta y hace sonar las campanillas, mientras que miles de guirnaldas, estrellas y luces de colores van de la mano de la ilusión y esperanza de quienes todavía sienten algo especial en uns fechas tan señaladas. París se viste de Navidad, y lo hace manteniendo por completo esa elegancia y exclusividad que le caracteriza.




París bien vale una Navidad


Hermosa, deslumbrante, luminosa y, sobre todo, mucho más cercana. Ya se sabe que París es como una dama muy coqueta que te mira siempre por encima del hombro a sabiendas de ese halo de inaccesibilidad que deja entrever. Pero en Navidad parece agacharse un poco más y dar la mano a las gentes que buscan algo distinto de ella en sus gélidas mañanas de invierno. 

Surgen numerosos mercados navideños, las calles se visten de fiesta con su coronación en luz, resurgen los tiovivos y las pistas de patinaje. Huele a comida recién hecha y al vino caliente que tanto gusta tomar en frío a sus compatriotas los alsacianos. Pero sigue siendo París, ese regalo perfectamente envuelto en una caja que te cuesta abrirla para no estropearla. Tiene tanto que ofrecer, tantos rincones en los que vivir un Cuento de Navidad, que parece haberse erigido definitivamente como una de las ciudades del mundo más recomendables para vivir las Fiestas.



Fuente: http://www.elrincondesele.com/recomendaciones-paris-navidad/






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