Atenas en 48 horas. Parte 3.
El Erecteion
Este templo dedicado a varios Dioses (Atenea Polias, Poseidón, Hefesto) y al primer Rey de Grecia según la mitología (Erecteio) es junto al Partenón el más hermoso de los que se sitúan en la Acrópolis. Y aunque no se lleva tantos focos como este, por su importancia inicial y, sobre todo, porque es inferior en tamaño, es uno de los más interesantes tanto a título personal como a la Historia del Arte. El Erecteion está dividido en varias partes, en función de la deidad en cuestión a la que estaba dedicada cada una de ellas. Pero es una de ellas la que se lleva todos los honores y a la que los libros le han prestado siempre más antención. Se trata de la Tribuna de las Cariátides, donde se encuentra la escalera que conducía a la tumba del Rey-Fundador Cécrope. Esta galería porticada está sostenida por las figuras de piedra de 2´3 metros de altura de seis mujeres, las famosas Cariátides.
Teatro de Herodes Ático
Una vez nos dimos cuenta que el Museo de la Acrópolis que hay frente al Partenón está cerrado tras la apertura del nuevo en el verano de 2009 nos decidimos a bajar hacia éste. Lo hicimos por un camino que va bordeando el promontorio desde el que se ve otro de los restos más destacados que se conservan, aunque sea del período romano: El Teatro de Herodes Ático. Fue construído en el año 161 después de Cristo, y realmente más que como teatro funcionó como Odeón (Destinado a conciertos y a actividades musicales). Herodes Ático, cónsul romano, lo construyó muy cerca del teatro de Dionisio, a los pies de la Acrópolis, en honor a su esposa. Estaba completamente cubierto y su capacidad era de cinco mil espectadores.
Teatro de Dionisio
El que fuera el mayor teatro de la Antigua Grecia fue probablemente el primero en llevar las representaciones teatrales al pueblo ateniense, ya que contaba con un aforo de nada menos que 17.000 espectadores. Sus 78 gradas engullen literalmente la colina, desde las cuales se escenificaron las tragedias griegas más importantes. Sófocles, Eurípides o Esquilo fueron tres de los poetas griegos cuyas obras más se representaron en este teatro. Contaba con su palco de autoridades y es que ya se sabe, que siempre ha habido, hay y habrá clases más privilegiadas que otras. A pesar de que sus restos son apenas la sombra de lo que fuera dos mil años antes, no hay que olvidar que probablemente aquí naciera el que es uno de los más hermosos espectáculos del mundo. Eso impone un cierto respeto y aliento a quienes admiramos este noble arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario